De Madrid al cielo del Patrimonio Mundial. El Paseo del Prado, el parque del Retiro y el señorial barrio de Los Jerónimos, tres joyas de la riqueza patrimonial de la capital, componen este paisaje luminoso. ¿Conoces sus secretos?
Los pequeños conventos de San Jerónimo y Atocha, aparecidos en el sigo XVI en las inmediaciones del actual “Paisaje de la Luz”, verían pronto cambiar su entorno para siempre. Apenas un siglo después, hacia 1650, la construcción del palacio y los jardines de El Buen Retiro dotó ya a este enclave de una importancia monumental que sólo haría crecer y crecer con el paso del tiempo.
La máxima expresión de esta riqueza patrimonial quedó patente en 2021 con la declaración de este “Paisaje de la Luz” como Patrimonio Mundial de la UNESCO, en la categoría de las Artes y las Ciencias. Las áreas concretas incluidas dentro de esta candidatura son el barrio de Los Jerónimos, el parque de El Retiro y el Paseo del Prado, que discurre entre la plaza Emperador Carlos V hasta la plaza de Cibeles.
Paisaje de la Luz
La máxima expresión de esta riqueza patrimonial quedó patente en 2021 con la declaración de este “Paisaje de la Luz” como Patrimonio Mundial de la UNESCO, en la categoría de las Artes y las Ciencias. Las áreas concretas incluidas dentro de esta candidatura son el barrio de Los Jerónimos, el parque de El Retiro y el Paseo del Prado, que discurre entre la plaza Emperador Carlos V hasta la plaza de Cibeles.
Responsable indiscutible de este valor histórico fue la gran transformación ilustrada, que a partir de 1767 moderniza toda la zona. Desde la puerta de Recoletos a la de Atocha, con las fuentes de Neptuno, Apolo y Cibeles y con la habilitación del Real Jardín Botánico; los grandes iconos de la zona la convierten ya en centro de atención de los mundos urbanístico, artístico y científico.
Lo que la UNESCO ha querido reconocer es, entre otros, la excepcionalidad del paseo arbolado urbano más antiguo en una capital europea. ¿Sabías que el Paseo del Prado se construyó como prototipo de las alamedas urbanas? A partir de su construcción, este modelo se hizo popular en el urbanismo moderno hispano que se exportó a América.
Es difícil enumerar todos los puntos de interés que abarca el perímetro de este majestuoso “Paisaje de la Luz”. Desde sedes públicas, obras arquitectónicas únicas, pasando por centros de ciencia y arte, así encontramos repleto este enclave. El Real Observatorio Astronómico se encuentra aquí, en un elegante edificio de Juan de Villanueva que, como otros tantos monumentos de la zona, fue encargado construir por Carlos III, quien se granjeó el apodo de “mejor alcalde de Madrid” a raíz de este gran empeño urbanístico. El observatorio alberga una réplica del telescopio del astrónomo William Herschel, que fue considerado el mejor telescopio del mundo.
En el barrio de los Jerónimos se erige la iglesia de mismo nombre, antiguo monasterio de San Jerónimo El Real, que a su vez contiene importantes obras de arte, como “La Adoración de los pastores”, de Francisco Rizi.
El Real Jardín Botánico a veces luce secundario tan cerca de El Retiro, pero en su interior se conservan algunas de las láminas de las primeras expediciones botánicas que se realizaron al Nuevo Mundo. Sus legados biológico y documental, suministrados por la riqueza del paso del tiempo, no tienen parangón.
Quizás la imagen más particular de este luminoso paisaje la consigue el Palacio de Cristal del Retiro. Fue construido a finales del siglo XIX para albergar una exposición de flora tropical traída desde Filipinas, pero en la actualidad destaca como punto turístico y como centro de exposiciones y diferentes eventos culturales. Así, una síntesis de arquitectura, arte, ciencia y naturaleza vertebra la historia de este edificio, icono imprescindible de este “Paisaje de la luz”.

Foto: Paisaje de la luz © Karol.Kozlowski. Shutterstock

Foto: El Jardín Botánico desde el Paseo del Prado © Luis Paret y Alcázar

Foto: Vista aérea del parque de El Retiro © José Luis Carrascosa. Shutterstock

Foto: Árbol más antiguo de Madrid © TIF Fotos. Shutterstock

Foto: Fuente del Ángel Caido © SvetlanaSF. Shutterstock

Foto: Iglesia de los Jerónimos © Leonid Andronov

Foto: Vista nocturna del Palacio de Cristal © Comunidad de Madrid
Parque de El Retiro
El popular parque de El Retiro tuvo su origen en 1631. El entonces “Parque de El Buen Retiro” dispuso un gran estanque para espectáculos y una serie de ermitas ajardinadas, aunque en origen se trataba de una zona exclusiva para los reyes. Ni siquiera la nobleza tenía permitido acceder a su recinto.
El Retiro fue utilizado como cuartel durante la Guerra de la Independencia. Los siglos han transformado su fisionomía. Conserva así su esencia de parque urbano real, con más de 15.000 árboles, pero a su vez la historia está escrita en sus senderos. De hecho, el árbol más antiguo de Madrid aún se erige en el parque.
Con casi 400 años, el famoso ahuehuete del Parterre ha visto siglos de historia desde su ubicación, muy cerca de la puerta de Felipe IV. Alcanza 25 metros de altura y su base en forma de candelabro le hacen destacar prominentemente en el parque. También sobresalen otros elementos curiosos en estos jardines, como la fuente del Ángel Caído, cuya estatua suscita siempre misterio y leyenda. Se encuentra a una elevación exacta de 666 metros sobre el nivel del mar, el llamado “Número de la Bestia” referido en el Apocalipsis.
Es uno de los pulmones de la ciudad, además de un clásico lugar de paseo en el que coinciden madrileños y visitantes. Disfruta de un paseo en barca de remos o a pie, una función en el Teatro de Títeres o un concierto al aire libre.
Desde finales del siglo XIX, ya como parque público, El Retiro se aprovechó como marco para celebrar diversas exposiciones internacionales. Como testimonio de éstas han quedado edificios tan emblemáticos como el de la Minería, popularmente conocido como Palacio de Velázquez y el Palacio de Cristal, sin duda el lugar más sobresaliente de los jardines, que junto con su lago artificial fue construido en 1887 con motivo de la Exposición de las Islas Filipinas, donde se dieron a conocer diversas especies de flores de este sitio.
En los años treinta y cuarenta aparecen nuevos jardines ejecutados por el jardinero mayor Cecilio Rodríguez que diseñó y construyó la Rosaleda y los jardines de Cecilio Rodríguez donde se encuentra el pabellón.
Madrileños y visitantes suelen coincidir en este parque, que en los fines de semana y los días festivos se anima con las actuaciones de cantantes, músicos, titiriteros y artistas que se alinean frente al lago.
Entre todas las fuentes, destaca la del Ángel Caído, cuya estatua principal representa al diablo

Foto: Parque de El Retiro