Valdeavero
Un destino donde el patrimonio histórico se fusiona con la belleza natural, ofreciendo la oportunidad de explorar desde su iglesia del siglo XVI y el palacio del marqués de Campoflorido, hasta disfrutar de la observación de aves en sus estepas cerealistas protegidas.
Valdeavero
Valeavero se localiza al noreste de la región, en las llanuras aluviales del arroyo Camarmilla, afluente del río Henares, entre vaguadas y barrancos, a 56 km de Madrid. Cuenta con una población que roza los 2.000 habitantes.
Por los restos encontrados, queda claro que Roma estuvo presente en la zona. El más importante es una inscripción funeraria romana del siglo II d.C. No se han encontrado vestigios visigodos, pero los hallados en las proximidades hacen suponer que esta zona estuvo bajo su influencia.
No hay documentos que acrediten un asentamiento musulmán, pero parece que la población actual fue fundada por los árabes como granja de labor. Reconquistados por Álvar Fáñez, estos territorios pasaron a Alfonso VI, quien cede la plaza de Alcolea de Torote, junto con sus aldeas entre las que se encontraría Valdeavero, al conde García Ordóñez.
En 1174 la vizcondesa Ermesenda de Narbona vendió la mitad de Alcolea al Monasterio de la Vid. Valdeavero estuvo en manos de los monjes hasta 1311, cuando la plaza es permutada por tierras y pasa a las monjas de Santa Clara de Guadalajara. En 1323, perteneció al arzobispado de Toledo. En el siglo XVI se convierte en Villa de la Corona, y figura en las relaciones filipenses como posesión del rey Felipe II. El marqués de Campoflorido que la poseyó hasta 1724. La viuda del marqués vendió las propiedades al X Duque de Medinaceli y en 1774 vendió el señorío y el vasallaje de Valdeavero a Don Martín de Martiarena Zamarquilena, rico indiano procedente de Chile. En 1861 pasó al II conde de la Cimera, vendiéndose y pasando a manos de otros tres titulares hasta la actualidad.
Valdeavero cuenta con un singular patrimonio histórico-artístico en el que destaca la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, una construcción del siglo XVI con una torre campanario reconstruida en el siglo XIX. Especial atención merece la capilla del Rosario por su reja en forja y talla policromada, así como las imágenes del Santísimo Cristo del Sudor y de Jesús Nazareno.
El palacio del marqués de Campoflorido es elemento que estructura el conjunto monumental. Se construyó en el siglo XVIII. Cuenta con una portada con escudo, torres angulares en la fachada, una galería que comunicaba el palacio con la iglesia y los restos del llamado Pinoche de la Cigüeña, un ingenio que llevaba al palacio el agua del arroyo Camarmilla.
Otra construcción singular es el antiguo palomar, de doble cuerpo, que data del siglo XVIII. Es una de las pocas construcciones de su género que se conservan en la Comunidad de Madrid.
El entorno natural de Valdeavero destaca por tres tipos de paisaje, como la zona de matorrales compuestos por retamas, genistas y tomillares. Los prados húmedos de hierbas altas forman bandas estrechas a la orilla del arroyo Camarmilla. Otro de los paisajes es el bosque de galería formado por saucedas, choperas y olmedas. Estos espacios contienen sendas practicables a pie y en bicicleta.
El término municipal de Valdeavero queda totalmente integrado en la Zona de Especial Protección para las Aves denominada “Estepas cerealistas de los ríos Jarama y Henares”, por lo que se convierte en un atractivo para la observación de avifauna amenazada y singular como la avutarda, el sisón, el cernícalo y los aguiluchos cenizo y pálido. También se pueden observar especies gran valor como la carraca europea, la calandria, la cigüeña blanca o el alcaraván.

Foto: Vista de Valdeavero desde el arroyo de la Marcuera

Foto: Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora © Telemadrid

Foto: Antiguo palacio del marqués de Campoflorido © Telemadrid

Foto: Antiguo palomar del siglo XVIII © Telemadrid