Presa del Pontón de la Oliva y Ribera del Lozoya
La Sierra Norte de Madrid ofrece una variedad de recursos turísticos difícil de igualar. Pueblos de montaña, rincones con encanto, senderos, praderas y pastizales, cumbres, ríos, grandes masas de agua, bosques de ribera, pinares, robledales e incluso uno de los más ilustres hayedos de España, el Hayedo de Montejo. En estas tierras todavía se puede disfrutar de esa forma de vida casi olvidada, en la que los tiempos de cada día estaban marcados por los ciclos naturales.
Entre las mejores opciones para disfrutar de dos días consecutivos en esta extensa área norte de la Comunidad de Madrid, encontramos los pueblos situados en la cuenca del Jarama, allí donde vierte sus aguas el Lozoya. El encuentro de estos dos ríos, uno procedente de la Sierra del Rincón y otro del Macizo de Peñalara, es precisamente el lugar que vamos a tomar como punto de partida para esta propuesta.
Tras las huellas de nuestra historia
Este vasto territorio ha sido escenario de grandes civilizaciones. La fertilidad que aportan las aguas de sus ríos a estas tierras fue bien apreciada por pueblos antiguos, desde Roma hasta nuestros días. Los visigodos dejaron sus huellas en el Castro de La Oliva, en Patones; los árabes construyeron un buen conjunto de atalayas en Talamanca del Jarama; y el Renacimiento quedó también reflejado en Torrelaguna, a través de la figura de su hijo más ilustre: el Cardenal Cisneros.
Paisaje cultural del agua
Partimos del aparcamiento del Pontón de la Oliva, desde donde se propone una excursión larga, aunque cómoda y variada. En ella vamos a encontrar los vestigios de las primeras grandes obras hidráulicas que se construyeron para abastecer de agua a Madrid, pero también un entorno natural de gran calidad, así como otras huellas de nuestra historia. Consulta en la oficina de turismo los límites con Castilla-La Mancha para cumplir con las recomendaciones sanitarias y los cierres perimetrales.