Primavera en estado puro
Un río recién nacido puede ser muy caprichoso y no es de extrañar que salte por encima de las rocas por pura diversión. En primavera, además, no hay quien se haga con ellos. Es lo que pasa en la Sierra Norte, donde los ríos son todavía muy jóvenes. Pero esas travesuras, las hacen siempre a escondidas. Por eso hay que ir en su busca, si queremos conocer el lado más auténtico y primario de la naturaleza serrana en su estado más genuino.
Aquí te traemos dos propuestas para dos días consecutivos: ir a conocer la Cascada de Luiteros, en Somosierra o bien visitar la Chorrera de San Mamés; y, en la segunda jornada, hacer una excursión hasta la Cascada del Purgatorio, en Rascafría. Pero no todo es infancia en la Sierra Norte de Madrid, también hay que disfrutar de la sabiduría de los ancianos del lugar. Nos referimos a esos edificios que llevan ahí mil años viéndolo todo y tomando notas en sus pacientes muros y en sus estancias regias. Cuando vayas a visitar la cascada de Luiteros o a la Chorrera de San Mamés, dedícale un ratito a la Muralla Alta de Buitrago; cuando te dirijas a la Cascada del Purgatorio, pásate primero por el Monasterio de El Paular. Ellos te lo agradecerán pero, como siempre en estos casos, el más satisfecho de la visita serás tú.
Para dormir, que elija cada uno: Buitrago del Lozoya o Rascafría; tanto monta, monta tanto. En ambos pueblos vas a encontrar una buena oferta de alojamiento: hoteles, hostales o casas rurales. Eso ya, a gusto de cada cual. A destacar: es un plan que combina diversión en plena naturaleza con actividad en familia. Las cascadas resultan muy atractivas para los niños. La actividad cultural vinculada al medioevo también conecta con la fantasía infantil..
Saltos de agua naturales, cerca de los manantiales
A todos nos gusta poder elegir y, por eso, ofrecemos más de una opción. La Chorrera de los Luiteros es la más corta y sencilla, idónea para una excursión con niños pequeños; la de San Mamés tiene un nivel de exigencia intermedio; la Cascada del Purgatorio es la que requiere realizar una ruta más larga, sólo apta para niños acostumbrados a andar.
¿Y después de la excursión?
En primavera, los días son largos y las tardes pueden resultar muy aprovechables. Tras una mañana de actividad física, ahora toca disfrutar de una actividad cultural.
Para la tarde del primer día te recomendamos el recinto amurallado de Buitrago del Lozoya, con visita a la exposición de artillería de la Muralla Alta; durante la tarde del segundo día puede ser interesante un paseo por el entorno del Monasterio de El Paular, con visita opcional al interior del Monasterio.