Zona comercial de Mayor-Arenal
La zona comercial Mayor-Arenal constituye una ruta peatonal esencial que conecta la Puerta del Sol con la Plaza de Isabel II (Ópera). Las calles Mayor y Arenal no solo son importantes por su relevancia histórica, sino por la singular combinación de tiendas tradicionales con ofertas modernas, lo que las convierte en un destino imprescindible tanto para residentes como para turistas.
La singularidad de esta zona radica en su capacidad para entrelazar el comercio moderno y el fast-fashion con los negocios de toda la vida, creando una experiencia de compra con un marcado carácter madrileño.
La Calle del Arenal, al ser completamente peatonal, acoge numerosas tiendas de moda juvenil y casual, así como establecimientos de calzado y complementos de cadenas y marcas reconocidas. Esta oferta atrae especialmente a un público joven y a quienes buscan estilos contemporáneos a precios asequibles. Se pueden encontrar desde boutiques especializadas en lencería o marroquinería hasta joyerías que exhiben diseños modernos y clásicos.
La Calle Mayor y sus inmediaciones son el bastión de la tradición comercial. Sobresalen las tiendas centenarias que se han mantenido a lo largo de las décadas. El Almacén de Pontejos, fundado en 1913, es un emblema de la zona, especializado en mercería, lanas y materiales textiles, siendo un punto de referencia para costura y artesanía. La zona alberga también relojerías y confiterías tradicionales que conservan recetas y métodos artesanales, ofreciendo dulces típicos madrileños.
Debido al alto tránsito turístico, hay una gran presencia de tiendas especializadas en souvenirs y recuerdos de Madrid. Un reclamo importante es la alimentación artesanal y típica española: establecimientos que venden turrones, dulces, productos ibéricos y vinos de denominación de origen. Estos negocios no solo sirven al turista, sino que también son apreciados por los madrileños que buscan productos de alta calidad.
La actividad comercial se complementa con una intensa oferta cultural y de ocio. Recintos como el Teatro Eslava y el Palacio de Gaviria (un espacio para eventos y ocio) en la Calle del Arenal, junto con la proximidad al Teatro Real, garantizan un flujo constante de visitantes interesados en el entretenimiento y la vida nocturna. Además, se encuentran cafeterías históricas y bares tradicionales que permiten a los visitantes tomar un descanso y disfrutar del ambiente local.


